En la Palabra de Dios -la Biblia- el ser humano encuentra absolutamente todo, ella es la luz que alumbra nuestro camino, es la carta de amor de Dios a su Iglesia, es nuestro alimento celestial sin el cual morimos (pues no solo de pan vivirá el hombre), al oir la Palabra obtenemos fe (sin la cual es imposible agradar a Dios) y al practicarla y vivirla construimos nuestras vidas sobre la Roca. La Palabra es viva y eficaz, es poderosa y la única razón es que ¡¡LA PALABRA ES CRISTO MISMO!!